El estreñimiento es uno de los trastornos digestivos crónicos más frecuentes, de hecho, cerca de un 80 % de la población lo sufre en algún momento de sus vida. Es un síntoma que tiene distintos significados y, por tanto, puede ser diagnosticado por diferentes razones. Comúnmente el estreñimiento aparece cuando las defecaciones son poco frecuentes, pero también puede padecerse por disminución en el volumen o el peso de las heces, por un sobreesfuerzo para conseguir la deposición, por la insatisfacción al finalizar cuando se tiene una sensación de evacuación incompleta, o por la necesidad de enemas, supositorios o laxantes con el fin de ir periódicamente al servicio.

El estreñimiento por lo general suele ser de tipo primario
El estreñimiento puede ser primario, debido al mal funcionamiento del propio intestino, o secundario, como manifestación de otra enfermedad. Las causas que lo generan dependerán del tipo de estreñimiento diagnosticado. La mayoría de las veces el estreñimiento es primario y se debe a la ingesta de una dieta inapropiada, pobre en fibra, o a alteraciones en el funcionamiento, movimiento, del propio colon, del recto o del ano.
Una de las causas más frecuentes del estreñimiento secundario es la toma de otros medicamentos, como analgésicos para el dolor, el control de la tensión y la depresión. En este sentido, cabe señalar que se debe tener cuidado con el uso y abuso de laxantes porque aumenta y mantiene el estreñimiento, lo que puede desembocar en un colon vago (dilatado y sin movimiento).
El estreñimiento secundario puede ser causado además por un tumor benigno o maligno de colon. Un síntoma de ello puede ser la aparición de sangre en las deposiciones cuando el ritmo intestinal ha sido normal pero comienza a tener estreñimiento. En este caso el Dr. Germán Vázquez aconseja acudir inmediatamente al médico para ser valorado y descartar el problema. No obstante, no hay que ser alarmistas porque la aparición de estos síntomas no significa obligatoriamente la existencia de un tumor, aunque lo ideal es acudir al médico porque, en palabras del Dr. Germán ,“es mejor prevenir que luego estar lamentándose”.

¿Qué cosas deben suceder para que el acto de defecación se lleve a cabo?
En primer lugar, el movimiento del colon debe ser adecuado para que las heces puedan llegar al recto. En segundo lugar, la musculatura abdominal se debe contraer correctamente para que la fuerza que llegue al recto sea suficiente para impulsar la salida de las heces. Por último, el ano debe relajarse lo suficiente para no impedir la salida. Si alguno de estos factores se altera aparecerá el estreñimiento.

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